Inteligencia continua: un potencial difícil de aprovechar

Entramos en el mundo de la inteligencia continua: las empresas de todos los sectores industriales están experimentando un aumento significativo del volumen, la velocidad y la variedad de la información que reciben. El reto de gestionar esta cantidad de datos cada vez mayor no ha hecho más que agravarse en el último año, como consecuencia de la tensión adicional generada por la pandemia y el cambio repentino a nuevas modalidades de trabajo basadas en las nuevas tecnologías. Nuestras fábricas y la manera de entender la toma de decisiones han entrado en el mundo de la inteligencia continua.

Inteligencia continua: un potencial difícil de aprovechar

Los fabricantes industriales como Gurelan comprenden que, en pleno siglo XXI y tras una pandemia global, un acceso más rápido a datos de mayor calidad resulta fundamental para mejorar las operaciones y reducir los costes. El 90% de las empresas estima que, para seguir siendo competitivas en los próximos tres años, necesitarán aumentar la inversión en soluciones de análisis de datos en tiempo real.

Es un buen punto de partida, pero las empresas industriales todavía tienen mucho trabajo por delante en su desarrollo de la Industria 4.0. Por ejemplo, las nuevas máquinas conectadas y supervisadas en tiempo real por sus fabricantes producen una gran cantidad de datos. ¿Cómo gestionarlos? ¿De qué forma aprovecharlos al máximo? El reto consiste en implementar un proceso de inteligencia continua capaz procesar los datos históricos y la información en tiempo real, de forma que se combinan continuamente para una supervisión en tiempo real. Esto da lugar a una toma de decisiones rápida y precisa impulsada por la automatización.

¿Qué es la inteligencia continua?

La inteligencia continua (no confundir con la inteligencia artificial, aunque están relacionadas) es un proceso totalmente nuevo, surgido a raíz de la ingente cantidad de datos que generan nuestras empresas, máquinas, redes económicas... Más allá del simple análisis de la información, la inteligencia continua supone que el análisis en tiempo real de todo tipo de datos se integra en las operaciones industriales y comerciales. Su finalidad es determinar acciones que den respuesta a momentos y eventos concretos.

De forma generalizada, a día de hoy es evidente la aceptación del valor de la analítica en tiempo real. No obstante, el rápido avance de la tecnología implica que muchas empresas podrían no estar aprovechando al máximo su inversión en Industria 4.0 al no actuar lo suficientemente rápido cuando se trata de la toma de decisiones en tiempo real, en cualquier etapa del proceso de desarrollo o fabricación industrial.

¿Cómo aprovechar los datos de la Industria 4.0?

En particular, la industria de fabricación está en pleno centro de este fenómeno: según un estudio realizado en febrero por KX (desarrollador y proveedor de software de análisis de datos), más del 50% de las empresas industriales encuestadas registraron un aumento significativo del flujo de datos, de todo tipo y de diversas procedencias: datos de los clientes, información de los sensores en fábrica, informes de los proveedores de maquinaria...

El acceso a la tecnología necesaria para recopilar datos de forma eficaz constituye el principal obstáculo para aprovechar al máximo la inteligencia continua que generan nuestras fábricas 4.0. Una vez reunidos los datos, el reto es obtener un valor significativo de ellos para detectar anomalías, realizar predicciones y formular recomendaciones que permitan mejorar las operaciones en tiempo real.

¿Qué frena la inteligencia continua en la Industria 4.0?

Aunque una empresa industrial tenga acceso a esta información, si el proceso de análisis tarda horas o incluso días en ejecutarse, el valor de esos datos disminuye rápidamente. A medida que los procesos de fabricación se aceleran, también lo hace la necesidad de tomar decisiones de la forma más ágil posible. La evaluación y la toma de decisiones deben realizarse a la velocidad del proceso, como por ejemplo determinar si una pieza inyectada de Zamak o Magnesio debe ser optimizada, o si existe algún desperfecto y debe ser rechazada.

Cuando se realiza de forma eficaz, la utilización de los datos para comprender y optimizar el uso y el mantenimiento de las máquinas puede marcar la diferencia con la competencia en todo un sector industrial: eso es realmente la inteligencia continua. De momento, el problema es que la tecnología avanza a un ritmo que la mayoría de empresas industriales no puede seguir, con lo cual a día de hoy resulta extremadamente complicado (y caro) aprovechar al máximo todo su potencial.